miércoles, 28 de marzo de 2012

Viejo Dragón Irlandés















Fue en los 90, una mañana de Domingo en el parque Rivadavia.
Encontré un viejo sentado bajo el sol calentito de otoño fumando una Peterson.
Impecable: pantalones, sweater, saco gris y gorra de lana; con las palmas de las manos bajo los muslos escuchaba atento a un gordo de bigotes que le leía algo en el diario.
Asentía con la mirada perdida y los dientes clavados en la boquilla mientras el tabaco se consumía en humo de chocolate.

Por aquellos días yo tenía un par de pipas Luigi de batalla y esa Peterson era para mi inalcanzable; una especie de  joya de la corona.
 Me hubiera gustado entrar en conversación con el hombre y preguntarle por la pipa y por el tabaco pero no me animé.
Preferí imaginarlo como un viejo dragón irlandés de incógnito en Buenos Aires y decidí seguir dando vueltas por los puestos de libros.

Aquel mismo día compré “Sombras Verdes Ballena Blanca” de Ray Bradbury y encontré a mi amigo Andrés dichoso porque el tano Corona, que vendía discos de vinilo, le había conseguido Van Morrison con los Chieftains.

Solo por la noche me di cuenta de la epifanía dominguera; de esa conexión irlandesa entre el viejo, su pipa, la novela de Bradbury y el disco de Van Morrison.


En Youtube busqué algún tema de ese disco y encontré “Star of the County Down”,  aparecen varios videos de Van Morrison con esa canción pero me decidí por otra banda: los Orthodox Celts.­

Y es que el cantante me recuerda al viejo dragón irlandés aunque, según Wilkipedia, el pibe es serbio.


Como decía Discépolo: “Qué Vachaché”.













No pipe I'll smoke, no horse I'll yoke though with rust my plow

turns brown,Till a smiling bride by my own fireside sits the Star

of the County Down.





















                                                                                      

miércoles, 14 de marzo de 2012

Corn Cob Blues














 “Jim had plenty of corncob pipes and tobacco; so we had a right down good sociable time, there we crawled out through the hole, and so home to bed, with hands that looked like the’d been cawed. Tom was in high spirits. He said it was the best fun he ever had in his life. and the most intellectual time too.”


 Chapter XXXVI
The Adventures of Huckleberry Finn
Mark Twain



































                                                                         

lunes, 5 de marzo de 2012

Everybody Wants to be a Cat









Ni las nenas asesinadas, ni la mujer muerta de la habitación 237, ni el desfile de fantasmas, ni siquiera la cara desencajada de Jack Nicholson asomando por el agujero de la puerta mientras grita: “¡Aquí está Jack!” me impresionaron tanto como la presencia magnética  del cocinero telépata de El Resplandor (1980).
La escena del diálogo con el chico  tomando helado y la certeza absoluta de que hacia el final de la historia será carne de sacrificio, lo hicieron mi favorito en la película de Stanley Kubrick.
Hace unos años, mi amiga Irene me contó que el mismo actor (Scatman Crothers), fue la voz del Gato Jazz (Scat Cat) en Los Aristogatos  (1970) de Disney.
Del horror a la ternura, Benjamin Sherman Crothers se lleva las palmas.






















                                                                     
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