Las Criaturas del Humo

Cuando ya no esté

vas a encontrar la alianza

en el cajón de las medias.

En la cocina,

una botella de vino casi llena

y el fondo de mi copa teñido de rojo

porque no habré hecho tiempo

de lavarla.

Los gatos

seguirán con su rutina

de maullidos demandantes;

y los perros

reclamando el paseo

de la mañana.

Si vas por el cuarto

donde trabajo en casa,

mis libros y mis discos

seguirán allí.

Mi Mac y mis papeles de dibujo

no se habrán movido un centímetro.

También, por supuesto, 

estarán las pipas.

(no sé por qué

pero se me da que ellas

si sentirán la ausencia).

Te pido, entonces,

que seas mi albacea

y las reúnas

con las que están

en la oficina.

Después,

me lo llamas a Armando

y se las entregas.

El sabe que hacer

para mantener vivas

a las criaturas del humo.